jueves, 20 de diciembre de 2018

HEMÓPTISIS 7: HIJO DE PUTA



Sin ánimo de molestar ni de ser "políticamente correcto", quisiera decir que deberíamos revisar ese viejo y ultra-utilizado insulto de "hijo de puta", muy usado como máxima expresión del improperio, pero que acaba recayendo, una vez más, sobre una mujer, en este caso la causante de traer al mundo a la persona a la que deseamos ofender. Dicha mujer, no sólo no tiene ninguna culpa de haber parido a alguien que ha acabado siendo una mala persona, sino que además carga con un estigma de lo más machista. Porque digo yo... si la señora a la cual estamos insultando a través de su efebo, decidió en su día poner en marcha una vida basada en la promiscuidad sexual, ¿quiénes somos nosotros para reprobarle su decisión? Si por contra, fue forzada a ejercer el lenocinio, ¿tendremos la osadía, encima, de denigrarla?

En otro orden de cosas, ¿por qué no buscar un insulto que ofenda al padre de la persona en cuestión? No sé... ¿"hijo de proxeneta"?

¿Y no sería más fácil lanzar un improperio que ofenda sólo al ser humano que nos ha hecho la trastada? 

Personalmente, no me jode en absoluto que me llamen hijo de puta, ni cuando estaba viva mi madre, entre otras razones porque si hubiera saltado a defenderla la hubiera empequeñecido y mi madre se bastaba y se sobraba para defenderse solita, menuda era... Lo mismo si intentan insultar a la compañera con la que he decidido compartir mi vida. Si me pongo en plan "machito que defiende a su hembra" lo que estoy haciendo es lanzar un mensaje de propiedad patriarcal con el que no comulgo y por otro estoy dejando a esa persona como una inútil que no sabe quitarse las pulgas de encima.

Dicho ésto, reivindico al sabio refranero español que contiene joyas como "no ofende quien quiere sino quien puede" o "no hay peor insulto que la indiferencia".

Mierda... ya se me ha enfriado el puto té de los cojones, me cago en mi puta vida...

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